LIGA DE COMODORO RIVADAVIA
Florentino Ameghino derrotó tres a cero a Jorge Newbery de visitante por la segunda fecha del torneo de Primera A del futbol local. Franco Aibar, Brian Vega y Gonzalo Paz fueron los goleadores de un equipo que tuvo una eficaz tarde y que se quedó innegablemente con los tres puntos.
Siendo práctico, intenso y muy oportuno para convertir, el vencedor reveló superioridad y solvencia ante un rival muy liviano y apático, que además tuvo muchas dificultades para generar futbol, inclusive casi sobre el final del cotejo no pudo convertir un penal.
No fue un atractivo el desarrollo, pero «Los del «Tres» golpearon en los momentos propicios en el primer tiempo y después trabajaron y administraron el partido para certificar la diferencia en el complemento tras otra falla del rival. Los locales casi no tuvieron posibilidades en los 45 iniciales y luego, pese a las varias modificaciones que realizaron, tampoco pudieron revelar demasiado.
En los instantes iniciales la posesión y el control de la pelota fue para el Lobo, pero no logró progresar mucho debido a que el CAFA fue muy compacto en el medio. Pero cuando ambos recién estaban ensayando los primeros movimientos, el visitante lastimó, una vez más al considerar el partido que protagonizaron hace pocos días por el Federal B, con la pelota detenida, debido a que metió un tiro libre en el área y el marcador de punta Franco Aibar le ganó a todos para romper el cero.
Pero no tuvo ningún atisbo de conformismo y redituó al máximo cada situación que se le presentó, fue así que muy rápidamente cultivó una salida en falso casi sobre la mitad de la cancha y se asoció rápido en forma vertical para la clara conversión de Brian Vega, que definió con tiempo y espacio.
Y si bien con el transcurrir de los minutos el local intentó irrumpir y reaccionar, fue el conjunto de kilómetro tres el que salió a presionar bien arriba, imponiéndose en la zona de gestación y originando un par de situaciones más, inclusive estuvo muy próximo de alargar el marcador cuando atacó con mayor cantidad de jugadores por otro anticipo en tres cuarto de cancha.
Los dirigidos por Portalau mantuvieron la intensidad y fiscalizaron el partido, porque a pesar de no tener tantos acercamientos al arco, supieron como neutralizar a un enemigo que produjo muy poco y que no llegó nunca con riesgo serio, y solo un tiro libre de José Loncón bien controlado por Zamora fue la llegada más llamativa de la primera parte. Fue efectivo y contundente el trabajo del parcialmente ganador y muy discreto e indolente lo que ofreció hasta ese momento el perdedor.
Al segundo tiempo Newbery le entró siendo más ofensivo al mutar casi todos los jugadores del medio hacia adelante, porque “sacó” el mediocampista que siempre se adhiere a los zagueros y José Loncón y Benites permanecieron en el medio, Pacheco se fue a la derecha, Eric Casto, que ingresó por García, se instaló en la banda izquierda, Jorge Lasso retrocedió unos metros y Axel Romero quedó como referente arriba y bien de punta.
De esa manera pretendió ser un poco más protagonista y un remate de larga distancia de Loncón que devolvió el horizontal y donde Romero no pudo capitalizar el rebote, fue el primer arriba claro hasta ese momento. Pero no mostró mucho más y nunca se encendió definitivamente.
En tanto que el Tricolor, pese a que le presentaron una mayor resistencia y le equilibraron el juego, fue capaz de sobrellevar la situación e impidió la total reacción al seguir firme en el medio y avanzar en ciertas oportunidades. De igual modo una de las mayores virtudes fue fructificar las falencias defensivas, definiendo todo cuando Gonzalo Páez interceptó una salida sobre el borde del área y, al robarla, no tuvo inconvenientes en bajarle la persiana al juego con el justo tres a cero.
Con el resultado y el trámite definido, el visitante redondeó una gran tarde y justificó plenamente el triunfo, al ser sólido en casi toda la producción y muy oportuno para llegar al gol ante un muy discreto Aeronauta, que pese a las modificaciones que realizó, estuvo muy apagado y ni siquiera consiguió acertar un penal casi en el final cuando Zamora le desvió al caño el remate de Cárcamo, que tomó el rebote y la tiró por arriba.
CRONICA
La Quimera 